Trastorno de ansiedad infantil y luminoterapia
Durante el desarrollo del niño es normal y saludable que aparezcan síntomas propios del trastorno que forman parte de la investigación del entorno que el niño en su evolución normal, debe realizar explorando sus límites y potenciando sus recursos. Los síntomas de la ansiedad infantil forman parte de su proceso madurativo es pues normal que los miedos, la angustia y los temores, aparezcan su proceso de aprendizaje. Por ejemplo, hasta el año todo lo que es desconocido asusta, es normal que los niños tengan miedo a la oscuridad entre los cuatro a los seis años, que aparezca el factor del miedo al fracaso en las actividades escolares más o menos de los seis a los nueve años, el estrés por la estabilidad familiar y por la presión escolar suele presentarse entre los ocho a los doce años aunque lamentablemente cada vez se manifieste más tempranamente, y entre los once y los dieciocho años el rol social con la apariencia física y la entrada en escena de las relaciones sociales complejas, es también un periodo donde se producen manifestaciones de ansiedad en niños.
El problema aparece cuando estos síntomas no desaparecen cuando debieran, como si por ejemplo el estupor que se produce en el niño cuando sobre los siete meses de vida descubre que hay fisonomías que no son las de su madre, persistiera, o bien el miedo a los monstruos o los fantasmas que suele aparecer de los tres a los ocho años se dilatara en el tiempo, estaríamos entonces ante un trastorno de ansiedad infantil que entorpecería en vez de ayudar a su proceso de crecimiento y desarrollo madurativo. Naturalmente si los síntomas de ansiedad infantil de lo que pudiéramos considerar un proceso normal en el rango de edad habitual fueran muy agudos, también se diagnosticaría y se procedería al tratamiento de ansiedad en niños.
Ansiedad en los niños cómo tratarla con fototerapia
El tratamiento del trastorno en niños difiere a como se plantea con los adultos, con los niños de prioriza el enfoque psicológico del problema buscando las causas en el entorno familiar, escolar etcétera. La línea de trabajo es muy fina porque por ejemplo, una disfunción en el lenguaje podría generar un rechazo en la escuela que alimentara el trastorno derivando en una fobia patológica y al revés la ansiedad en niños podría producir problemas en el lenguaje de forma que el diagnostico del problema es fundamental.
Lo que si es claro es que normalmente se suele dejar como último recurso el tratamiento farmacológico, trabajar la ansiedad en niños requiere una solución que podríamos denominar más holística y menos dirigida al tratamiento de los puros síntomas.
En ese contexto toma sentido la utilización de la fototerapia como una terapia equilibradora de las reacciones y de las emociones del niño además de cómo una enorme herramienta dinamizadora de todas sus facultades, es decir, dotando al niño de las habilidades sociales y cognitivas que lo alejen de la inseguridad y el miedo al entorno y le otorguen recursos para afrontar y sobre todo superar, lo que debería ser normal en los procesos evolutivos, los obstáculos propios de los retos que la sociedad nos propone, que por cierto son cada vez más exigentes en una entorno extremadamente competitivo. La fototerapia o luminoterapia va en ese sentido, aportando energía y equilibrando las emociones. A modo de ejemplo de hasta que punto la luminoterapia puede mejorar la energía mental y psicológica de los niños citaremos un estudio realizado en el año 2011 en Alemania y patrocinado por OSRAM, en el que se iluminaron las clases de las escuelas participantes en el protocolo con una luz natural adecuada y especial.
Los resultados mostraron que los niños que siguieron sus clases con la iluminación adecuada mejoraron su atención, su memorización y la capacidad de aprendizaje en comparación con el grupo de control, además, los niños con los que se utilizó el baño de luz estabilizaron sus sistemas circadianos, en resumen cambiando la iluminación se mejoró claramente el rendimiento escolar de los niños. Debemos extrapolar este estudio a los tratamientos de la ansiedad en niños aunque solo fuera en la edad en la que ese miedo al fracaso en las actividades escolares es más frecuente, pero en Dr. Lefebure Methods sabemos que la fototerapia puede también, a parte de potenciar el rendimiento cognitivo y por ende mejorar la autoestima del niño, equilibrar las emociones negativas y atemperar y disolver los desequilibrios que sobrepasen el proceso normal de evolución y lleguen a ser patológicos. Las propiedades de la luz para niños, la luminoterapia, son pues una ayuda integral a sus procesos madurativos.
Para tratar el trastorno de ansiedad en niños nos bastará, si son síntomas propios de su proceso evolutivo normal, por ejemplo, miedos o presión por la exigencia del entono social o escolar incluso ambos, con utilizar la lámpara de luminoterapia Natural Light para sumergir al niño en un baño de luz natural, es pues recomendable que la lámpara de fototerapia esté en el lugar de estudio o de juego lo más próxima posible al niño o cerca de su cuna si fuera un bebé. El tiempo de exposición puede ser lo prolongado que se quiera, no hay un límite si se utiliza el baño de luz para modular un proceso evolutivo normal de ansiedad. En cambio si queremos actuar sobre un proceso agudo empezaremos con baños de luz de quince minutos al día e iremos incrementado cada día cinco minutos la exposición, hasta llegar a los 45 minutos momento en el cual podremos alargar el baño de luz el tiempo que consideremos oportuno.
Fosfenos y ansiedad en niños
En el caso de un proceso agudo utilizaremos a parte de la fototerapia, los fosfenos, la más interesante de las muchas propiedades de la luz para niños. Aproximadamente a medio metro de la lámpara de luminoterapia la miraremos durante unos cuarenta segundos en ese momento se produce un fosfeno, una postimagen que tiene relación con la emoción y la fluidez mental de la persona que lo realiza según los trabajos del Dr. Lefebure.
Con el fosfeno presente ya sea con los ojos cerrados o bien abiertos recrearemos el problema el síntoma que acosa al niño creando un video mental que se reproduzca en y durante la postimagen que llamamos fosfeno. La luz como tantas veces hemos escuchado de forma metafórica es sinónimo de depuración, tras sesenta años de trabajo y de cursos en todo el mundo en Dr. Lefebure Methods sabemos que no es una metáfora y que recrear un problema, una fobia, un miedo, en presencia del fosfeno disuelve la angustia en la luz como un azucarillo lo haría en agua. Repasaremos la escena turbadora para el niño en presencia del fosfeno cuantas más veces mejor a lo largo del día. Caso de no tener identificado el origen del problema que acosa al niño, sencillamente realizaremos fosfenos de forma lúdica a parte del baño de luz habitual, así dotaremos de modo natural a su cerebro de las herramientas para deshacer el nudo que le está creando la ansiedad.
Obviamente si además aplicamos los fosfenos y la fototerapia como una herramienta pedagógica utilizando lo que denominamos la mezcla fosfénica, es decir, cuando hay que memorizar cualquiera concepto hacerlo en presencia de la estimulación cognitiva que el fosfeno produce, estaremos también alimentando el equilibro emocional y la reafirmación de la personalidad del niño, que de por sí la luz interior del fosfeno ya produce, además obvio también, del refuerzo que la fototerapia nos ofrece. No olvidemos el estudio en las escuelas alemanas cambiando la luz de las aulas por luz que actúa como tratamiento de luminoterapia pero en ese caso enfocado al rendimiento escolar de los niños.
Algo que es extremadamente importante para entender cómo manejar ansiedad en niños es el enfoque lúdico que la utilización de la terapia de la luz, la luminoterapia, debe tener. El fosfeno es bello y divertido, bañarse con la luz de la Natural Light es muy agradable y relajante, así que por mucho que la Asociación Americana de Psiquiatría considere la fototerapia como un tratamiento igual o más efectivo que el farmacológico, el enfoque del tratamiento con luz del trastorno de la ansiedad en niños debe ser divertido y agradable. Una de cientos de pistas, el fosfeno se puede ver con los ojos abiertos y aparece como una esfera de luz, colocarlo en la punta de uno de nuestros dedos es fascinante pues parece comportarse como un elemento parafísico, realizar este juego con el niño mientras, como de pasada, se repasa el conflicto, puede ser un de los mayores y mas divertidos remedios para la ansiedad en niños.