Trastorno de ansiedad y su tratamiento con luminoterapia
Desafortunadamente las crisis de ansiedad y angustia que provoca el trastorno son muchos y muy variados, pero podemos resumirlos en cinco grandes apartados, los síntomas fisiológicos, los cognitivos, los psicológicos, los de la conducta y también los sociales. En muchas enfermedades físicas normalmente la sintomatología es más o menos común a todas las personas pero con los síntomas de ansiedad la variación es muy significativa de un sujeto a otro, tanto es así que incluso los médicos utilizan un test específico llamado Escala de calificación de Hamilton para valorar la importancia de la enfermedad. Consta de catorce apartados y cada uno incluye diversos síntomas que se puntúan de cero a cuatro y que luego se suman para valorar la importancia de los problemas de ansiedad.
La misma necesidad de valorar con un test los síntomas para conocer la intensidad del ansia que la enfermedad provoca nos ofrece una idea de lo variados que estos pueden ser, de modo que no podríamos describir unos síntomas especialmente característicos de la ansiedad generalizada pero sí algunos de ellos según los apartados sintomatológicos en los que más claramente se manifieste el trastorno, por ejemplo, si las manifestaciones se producen en el apartado físico el trastorno suele producir, palpitaciones, mareos, hormigueos en diversas partes del cuerpo, sensación de presión en el pecho o en el estómago, sudor, aumento del ritmo cardiaco, etcétera.
La ansiedad que es psicológica tiene unos síntomas que van desde sentirse amenazado, perseguido etcétera hasta incluso un desasosiego tal que pueda llevar al sujeto a plantearse el suicidio, pasando por otras muchas señales como la desorientación o la falta de estructura coherente en la arquitectura del yo.
La ansiedad que es psicológica tiene unos síntomas que van desde sentirse amenazado, perseguido etcétera hasta incluso un desasosiego tal que pueda llevar al sujeto a plantearse el suicidio, pasando por otras muchas señales como la desorientación o la falta de estructura coherente en la arquitectura del yo.
Conductualmente son también muchas las manifestaciones de la zozobra que produce la enfermedad; la tensión corporal, la hiperactividad motora o la torpeza y las descoordinación son algunos de los síntomas más característicos.
Algunos de los indicios más comunes del trastorno de ansiedad pensamientos negativos, el darle constantemente vueltas al mismo asunto, la falta de concentración, un comportamiento dubitativo, la confusión y la desorientación del razonamiento son muy característicos del perjuicio que la enfermedad causa en el aspecto cognitivo.
Finalmente los síntomas de la ansiedad social, el temor y la debilidad por la inseguridad en uno mismo, lleva al sujeto a ser más irritable y a cerrarse socialmente en posturas enquistadas o al contrario a dejarse manejar por el entorno mostrándose falto de carácter para defenderse ante situaciones que lo desfavorezcan. Desafortunadamente hoy por hoy es muy frecuente en nuestra sociedad la ansiedad por separación, que no deja de ser paradójico en un mundo cada vez más interconectado.
Síntomas de ansiedad y cómo controlarla con fototerapia
En otras aplicaciones ya hemos visto que es imprescindible situarnos muy cerca de la Natural Light Dr. Lefebure Methods®, para tratar los síntomas de la ansiedad no será pues distinto, debemos situarnos a no mucho más de medio metro de la lámpara. Es también muy importante empezar con exposiciones cortas cuando los síntomas son tan severos para ir adaptando la regulación que la luz produce en el individuo en todos los planos de forma paulatina. Empezaremos pues con quince minutos el primer día y progresivamente iremos aumentando día a día cinco minutos hasta llegar a los cuarenta y cinco minutos, momento en el que daremos por terminada la fase de adaptación y a partir de la cual ya podremos realizar exposiciones, baños de luz, el tiempo que queramos.
La fototerapia es una herramienta de ayuda a la terapéutica marcada por el médico de forma que actúa como apoyo y nunca como sustitutivo de las recomendaciones del médico. Es obvio que la luz es vital para el organismo y la luminoterapia ofrece este soporte añadido que no es poco, además de ser reconocida por la comunidad científica como un herramienta de igual o mejor resultado que la medicación convencional en por ejemplo, trastornos como la depresión, así que no es una mala idea poner luz en el pozo oscuro de quien vive los síntomas de la ansiedad.